Sus vinos nacen de una tierra ubicada en el corazón de Sevilla, Cazalla de la Sierra, con la intención de capturar su esencia inimitable y continuar con una tradición milenaria a la que rinden culto en cada botella.
Hubo un tiempo en esta comarca, que se repartieron lotes de tierra entre los campesinos, eran las denominadas "Colonias Agrícolas de Galeón", más de 400 hectáreas repartidas en 70 lotes para los colonos, con la única promesa de crear el mejor vino.
La historia de Sevilla y su provincia está ligada a su vino. De la Sierra de Cazalla a Carmona, ha habido vinos singulares y bodegas únicas.
En Viñas Colonias de Galeón se enorgullece de ofrecer un vino con respeto y amor a la tierra, a las viñas y a las uvas. Para convertirlo en la más exquisita forma de ser fiel a su tradición.
El único modo de comprender todo, es contemplarlo desde el reírse de uno mismo, dejando que los pensamientos descansen y evadirnos más seguido.
Que los momentos nos encuentren, porque lo simple y sencillo, siempre tiene el don de abrirse camino. Como el viento, cuando trae besos de vino blanco.
OLFATIVA En nariz fruta de hueso, melocotón, albaricoques, ciruela blanca, fondo de jazmín.
GUSTATIVA En boca entrada agradable, acidez fresca, sin pretensiones, con buen recorrido.
Es un blanco en el cual no pudieron darle exactamente su perfil de blanco informal y de copeo ya que lo que tenían en la bodega elaborado por el anterior propietario no se parecía en nada a lo que ellos buscaban. Pero eligieron vino de Chardonnay y Viognier que estaba sobre lías y le metieron un depósito de Chardonnay que había creado Velo de crianza biológica. La verdad que el resultado, aunque diferente a lo que ellos querían para Soplagaitas , es muy muy chulo.
Abundantes racimos que guardan en su pulpa dulzona y sugerente, apreciados tesoros, límpidas sensaciones placenteras únicas, de imposibles colores. Memorables sabores y exóticos aromas.
Los sentidos ya aguardan el momento sublime.
Cuando la fruta se nos antoje adulta, cuando el tiempo aquilate su cuerpo y sus hechuras, nos mostrará orgulloso su insuperable mundo, la amable realidad de un vino irrepetible.
VISUAL Color rojo picota intenso, amoratado, capa media alta con ribete azulado.
OLFATIVA En nariz notas de fruta roja, frambuesa, cereza, recuerdos de hierbas aromáticas, de tostados sutiles.
GUSTATIVA En boca entrada directa, con muy buena acidez, frutal igual que en la nariz, en retronasal toques de regaliz, con astringencia contenida y agradable. Con excelente recorrido
Aquí sí pudieron marcar su perfil de vino urbano, divertido y un poco canalla, un vino de barra, con la astringencia justa para darle un poquito de punch pero con mucha fruta, frescura y la barrica sólo de soporte para acompañar. Las variedades son Tempranillo, Syrah, Garnacha y Cabernet Franc con 7 meses de barrica usada.
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